El Doctor en Ciencias Mario Alberto Nájera Espinoza, cooordinador de la Red Internacional de Cátedras Martianas, profesor de la Universidad de Guadalajara y miembro del Consejo Mundial del Proyecto José Martí de Solidaridad Internacional anunció que, en bien de recuperar la consecutividad de estos cónclaves, interrumpida en los años de la pandemia, la próxima edición del Encuentro Internacional de Cátedras Martianas volverá a sesionar en los últimos meses de 2025 (fecha sin precisar aún).
La información, compartida durante el cierre de la más reciente edición (XXI) en el contexto de la VI Conferencia Internacional Por el equlibrio del mundo, fue ampliada por él con el dato de tres posibles sedes: Universidad Nacional Autonóma de México, Universidad de San Carlos de Guatemala, o Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.
A partir de 2003 en que fue creada la Red, esos encuentros se realizan cada año en universidades de diferentes países del continente americano, coordinados por la Oficina del Programa Martiano, y con la permanente y necesaria asesoría del Centro de Estudios Martianos y la solidaridad de cada país-sede.
“La principal tarea de las cátedras”, recordó, “consiste en promover la reflexión y la integración de la filosofía de Martí y de los grandes pensadores de la región. Colaborar para que prevalezca el pensamiento progresista, la justicia plena y sean reconocidas todas las culturas en un mundo con todos y para el bien de todos”, e invitó a los interesados a estar atentos a la publicación de la convocatoria de la edición XXII.
Nájera, quien también expresó sentirse profundamente agradecido por el otorgamiento de la Distinción por la Cultura Nacional, explicó que trabaja en la actualidad en la preparación de dos libros, resultantes de sus investigaciones más recientes (los títulos son provisionales): “La vida mexicana de José Martí” (presentada ante el cónclave) y “Una mirada antropológica de Martí”, en este caso con base en las agudas observaciones que hizo el prócer en sus diarios, y que en su opinión lo descubren como etnógrafo.
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