El Centro de Estudios Martianos abre una página en el Portal José Martí donde se registrarán los mensajes de condolencias recibidos ante el fallecimiento de la muy querida intelectual cubana Fina García-Marruz Badía
LA DULCE SENCILLEZ DE FINA GARCÍA MARRUZ
La noticia de su muerte hoy me conmueve y me hace escribir estas pocas líneas de un tranquilo y debido homenaje. Queda para más adelante, con calma y atención, entregar la valoración de sus aportes al campo de los estudios martianos.
La conocí en aquellos tiempos felices en la Biblioteca Nacional, cuando ya ella, junto a Cintio Vitier, desde luego, habían logrado fundar la Sala Marti y entregaban el Anuario Martiano, luego continuado por el Centro de Estudios Martianos del cual ambos fueron fundadores. En esa publicación reprodujeron mi primer estudio acerca del Maestro, aparecido originalmente en la revista Pensamiento Crítico. Por ello nos conocimos y desde entonces surgieron el afecto y el cariño entre nosotros y un fluido y sistemático intercambio. Me hicieron sentir como un colega, a pesar de mi juventud y de que me iniciaba en examen de la obra del Maestro.
Compartimos momentos difíciles en que no fuimos bien juzgados por algunos, y de ellos aprendí que la vida y la conducta demostrarían siempre nuestro amor a la patria, y que no se podía dejarle el camino al rencor que envenena el alma.
¡Qué mujer Fina! Poetisa, como siempre prefirió que le dijeran, de esas que pueden situarse entre las más significativas de nuestras letras y de nuestra lengua. Ensayista e investigadora acuciosa, aguda y perspicaz, que analizaba y argumentaba con prosa elegante y elocuente. Conversadora apasionada que sabía eludir el lenguaje oscuro y que entregaba saberes y sagacidad con respeto de la opinión ajena, pero convincente en su inteligente argumentación. Supo también ser feliz como hija, hermana, esposa, madre y abuela. Fue una persona bella y buena, de juicio incisivo y respetuoso del ajeno, aunque lo objetara.
Cubana verdadera, discípula fiel de Martí, cuya notable espiritualidad aquilató con brillantez, hizo de este figura tutelar. Entregaba sus valoraciones sin estridencias, sin arrogancia o vanidad. Cristiana verdadera, sin aspavientos ni pretensiones de catequista. Predicaba con su ejemplo.
Le dedico, pues, mi mejor sonrisa, esa que tanto le gustaba y me alabó más de una vez. Y le reitero mi cariño, agradecido por su amistad.
Pedro Pablo Rodríguez
27 de junio de 2022
¿Qué decir ante la partida física de nuestra entrañable Fina García Marruz? ¿Cómo eludir el lugar común del pésame repetido, por sincero que sea? El dolor de la pérdida la hace inabarcable, deja una sensación de desamparo, de extravío. Y es que Fina, grande y humilde en la misma medida, cubanísima y ecuménica, cotidiana y sabia, generosa y fuerte como pocos seres humanos, nos deja una obra imprescindible por sus esencias, por su hondura reflexiva y por la altura de su lirismo. Una mujer extraordinaria es la que acaba de partir. Supo ser, simultáneamente, el amoroso pilar de su familia y una voz inmensa, con acento propio, dentro de la literatura en lengua española. Sirvan su ejemplo y su obra toda como luz y guía hacia el futuro de la patria.
Marlene Vázquez Pérez
Directora del Centro de Estudios Martianos
Morir es volverse exterior, como la luz
La augusta sensación de ser quien éramos
se desvanece, abolida, ante la llamarada de la muerte.
Queda, en repartida soledad, la extraña imagen
que otros guardan. Está bien que morir sea bajar
de la columna, deponer al fin nuestro secreto,
ante el abrazo de lo exterior. Pero ay del reino
que ha ardido y la muerte arrasa enteramente.
Una dulce frontera atravesando
Hiciste el mundo entero para mí.
La mansedumbre de un arroyo perdido,
de pronto era un torrente irresistible.
Fuiste calando más hondo cada vez,
en nuestra alma, en la causalidad ignorada.
La eternidad eran las palabras mismas
que escogimos en la bruma de las lágrimas.
Tú que me sonreíste en la mañana de la vida
Ahora vuelves a ser como antes fuiste,
o como querías ser. También nosotros,
deslumbrados inermes más allá de la pena,
quedamos surcados de un diáfano temblor.
Ya sabemos ser libres como la ley por dentro.
En vilo los misterios saludan tu partida.
Es la germinación del tiempo largo.
Nos reuniremos en la esmeralda
En el remolino de los días, es bueno saber
que nos reuniremos. En la quieta hondonada,
en la playa, en la estrella. Y podremos volver.
Aunque más bien no cese nuestro encuentro.
Fulgen más los días mientras más se oscurecen,
El oro sin tiempo acaricia el lila de la noche.
Tal parece que siempre estás llegando.
José Adrián Vitier
La muerte de la gran poeta y ensayista cubana Fina García Marruz es un duro golpe para todos, una pérdida irreparable para nuestras letras y nuestra cultura. Su obra monumental es de lo más alto de la poesía en hispanoamérica. Nuestras condolencias a familiares y amigos.
Alpidio Alonso Grau. Ministro de Cultura de Cuba
Tomado de: https://twitter.com/
Murió una de las figuras esenciales de la cultura cubana: la poeta y ensayista Fina García Marruz. Seguidora devota de Martí, de Cristo y de Lezama, cantó como nadie al Che y a Haydee Santamaría. Que se encuentre con Cintio, que los dos descansen en paz.
Abel Prieto. Escritor, presidente de la Casa de las Américas
Tomado de: https://twitter.com
Mis sentidas condolencias por la partida de la gran poeta cubana Fina García Marruz, las letras latinoamericanas, caribeñas y universales guardan luto en esta hora, sólo su obra nos recuerda que seguirá viviendo, a través de su poesía advirtió: «No sabes de qué lejos he llegado/a morirme y a estar entre vosotros».
Mario Alberto Nájera
Dolor inmenso q anuda gargantas y silencia las palabras. Solo el amor nos da fuerzas para saberla presente aunque haya decidido emprender el viaje a la eternidad. A nuestra Fina, la d los martianos d #Cuba, la poetisa iluminada, gracias por llenar nuestro espíritu #CubaEsCultura
Yusuam Palacios Ortega