Pocos pudieron retratar con palabras a Rafael María de Mendive como lo hizo su más fiel alumno, José Martí, quien, atrapado por la emoción y la reverencia, publicó en el periódico El Porvenir, de Nueva York, el primero de julio de 1891:
“Y ¿cómo quiere que en algunas líneas diga todo lo bueno y nuevo que pudiera yo decir de aquel enamorado de la belleza, que la quería en las letras como en las cosas de la vida, y no escribió jamás sino sobre verdades de su corazón o sobre penas de la Patria? (…)”.
Y añadía el Apóstol: “Prefiero recordarlo a solas, en los largos paseos del colgadizo, cuando, callada la casa, de la luz de la noche y el ruido de las hojas fabricaba su verso; o cuando, hablando de los que cayeron en el cadalso cubano, se alzaba airado del sillón, y le temblaba la barba”.
Demasiadas lecciones le había dejado Mendive a quien por esa fecha emprendía la organización de la Guerra Necesaria en Estados Unidos, donde intentaba sembrar la unidad entre los veteranos de la contienda de los Diez Años y los Pinos Nuevos, que se erguían como continuadores de la gesta independentista.
El mentor de José Martí, nacido el 24 de octubre de 1821, quedó huérfano aún niño y su hermano mayor asumió su educación. Al ingresar en 1834 en el Seminario San Carlos poseía adecuado dominio de la literatura española, el inglés y el francés. Allí cursó estudios de Derecho, Filosofía y Latinidad. En 1838 matriculó en la Real y Pontificia Universidad de La Habana, donde finalizó la carrera de Derecho en 1844.
Más tarde viajó al extranjero, donde se relacionó con personalidades cubanas como: Félix Varela, José Antonio Saco y Domingo del Monte, enemigos de la política colonial española. En 1852 retornó a la isla caribeña y se incorporó a la Sociedad Económica de Amigos del País en 1856.
Guirnalda Cubana, Revista Habanera, el Correo de la Tarde y el Diario de La Habana, entre otras publicaciones, cedieron espacio a la obra de este destacado intelectual, cuya casa devino sede de encuentros patrióticos y literarios.
Rafael María de Mendive asumió la dirección de la Escuela Superior Municipal de Varones en 1864 y luego creó el colegio San Pablo, en su mismo hogar, en Prado Nº 88.
Debido a las manifestaciones acontecidas en el teatro Villanueva, en medio de la puesta en escena de la obra “El perro huevero”, donde hubo gritos a favor de la independencia de Cuba, Rafael María fue arrestado y encarcelado en el Castillo del Príncipe por un período de cinco meses. Como secuela de ello, el colegio San Pablo fue clausurado. Luego de ser desterrado a España, se trasladó a Nueva York, Estados Unidos; allí residiría de 1869 hasta 1878.
Una vez firmado el documento conocido como el Pacto del Zanjón, retornó a la isla y prosiguió su labor periodística y como cultivador de la poesía. Mientras se desempeñaba en la dirección del colegio San Luis Gonzaga, de Cárdenas, en Matanzas, Mendive enfermó y falleció el 24 de noviembre de 1886 en La Habana.
Poco antes de su destierro a España en 1871, José Martí le escribió una carta a su maestro, en la que le decía: “De aquí a 2 horas embarco desterrado para España. Mucho he sufrido, pero tengo la convicción de que he sabido sufrir. Y si he tenido fuerzas para tanto y si me siento con fuerzas para ser verdaderamente hombre, solo a Ud. lo debo y de Ud. y solo de Ud. es cuanto bueno y cariñoso tengo”.