New York, 28 de julio [de 1882]

New York, 28 de julio [de 1882]

Sr. M. F. Viondi

Amigo mío.

Quiero olvidar, porque sé que me quiere, que me ha dado motivo de enojo con no contestarme la carta que le escribí a principios de año. Le hacía en ella un pequeño encargo que no fue,-por fortuna y desgracia-necesario, puesto que Carmen no vino. Yo me veo tan cerca de Vd., y en tan estrecha compañía, como en aquellas tardes en que buscábamos leyes, más a la luz de la noche que a la del día, sentados en las losas de mármol del bufete: ¿qué le he hecho para que me olvide?

Ante todo, he aquí lo que me dice Carmen acerca de Vd.-y sin demora le envío.-Me dice en carta de 1º de julio:-“Deseo que le escribas a Viondi, pues creo se ha disgustado conmigo. Le mandé pedir aquellas escrituras que Papá te traspasó para ver si aquí se podía cobrar algo, y no recibí respuesta suya. En vista de eso le envié una carta con Manuel, y le recomendé a este se la llevara, y me enviara las escrituras que le suplicaba a Viondi le entregara. Parece que Manuel lo molestó mucho, y le escribió una carta algo incómodo enviándole las escrituras. Dice que tú le recomendaste que a nadie le entregara esos papeles; pero que vista mi insistencia, y para que no se interpretara mal su resistencia, las enviaba.-Te advierto que yo sólo creyendo que no había recibido mi 1ª carta, le envié la 2ª, y porque ignoraba que tú le hubieras dado esa orden: escríbele, pues, y dile que yo en nada he querido ofenderlo.”-

Como yo no sé más del caso, por lo que V. ve, que lo que ahora Carmen me dice, copiar su carta es el mejor modo de satisfacer a V.-Perdone a mi cuñado, que le hostigaría sólo porque él sabe el empeño extremo que pongo en no tener plática ni roce en cosa alguna de dinero con el padre de Carmen.-Y perdóneme a mí, que aun ausente no sé más que darle enojos. Yo no tengo más que agradecerle su solicitud-aunque V. sabe que esos papeles se quedaron siempre como vinieron, y se hubieran estado sin cobrar, por su pecado de origen, años muy luengos.-

Acaso sea parte a que V. me perdone, ese librillo que le mando, fruto de una hora de paz, extraña en mi vida. Si le parece bien, nada me diga; mas sí si le parece mal, para enmendarlo, o ayudarme a olvidarme de mi yerro. Han dicho en la Haba. que es colección de mis versos: V. sabe que no es mi espíritu muy dado a estos pacíficos y secundarios quehaceres. Eso sí lo imprimí-por ser una mariposilla, que eché a volar, para que se posase en el hombro de mi hijo.

Si no me escribe esta vez, de veras me enojo. Bese la mano a Hortensia y a Sofía, y las mejillas a Julia a quien elijo nuera. Y quiera a su amigo obligado que le quiere.

J. MARTÍ

¿Necesitan C. Fonts, y Lladó, y sus leales amigos del bufete que les mande yo aquí memorias mías?