Cuando, oh Poesía,
Cuando en tu seno reposar me es dado!–
Ancha es y hermosa y fúlgida la vida:
Que éste o aquél o yo vivamos tristes,
Culpa de éste o aquél será, o mi culpa!
Nace el corcel, del ala más lejano
Que el hombre, en quien el ala encumbradora
Ya en los ingentes brazos se diseña:
Sin más brida corcel nace el que el viento
Espoleador y flameador,– al hombre
La vida echa sus riendas en la cuna!
Si las tuerce o revuelve, y si tropieza
Y da en atolladero, a sí se culpe
Y del incendio o del zarzal redima
La destrozada brida: sin que al noble
Sol y [……….] vida desafíe.
De nuestro bien o mal autores somos,
Y cada cual autor de sí; la queja
A la torpeza y la deshonra añade
De nuestro error: cantemos, sí, cantemos,
Aunque las hidras nuestro pecho roan,
La hermosura y grandeza de la vida
El Universo colosal y hermoso!