Ideas filosóficas de José Martí
Por: Diego Jorge González Serra

José Martí recibió diversas influencias filosóficas durante el decurso de su vida: en sus primeros años la formación familiar en la religión cristiana, y el pensamiento independentista de su maestro Rafael María de Mendive (que fue discípulo de José de la Luz y Caballero). En su juventud, durante sus estudios en la metrópolis, se puso en contacto con el Krausismo español, y durante su estancia en Estados Unidos, coincidió en sus ideas con el filósofo norteamericano Emerson.
Lo que consideramos la esencia del pensamiento filosófico martiano (y que continúa la tradición filosófica de Agustín Caballero, Varela y Luz), es la integración y penetración recíproca del pensamiento científico basado en los hechos y en la práctica, con la concepción moral valorativa de la creencia en Dios y la vida ultraterrena, que va dirigido a orientar y aliviar al ser humano en la lucha de la vida. Y podríamos estar de acuerdo con algunos autores en que el énfasis en los valores morales aparece como el núcleo de su filosofía. No obstante, resulta esencial y decisiva para la concepción moral martiana su apertura al conocimiento científico basado en hechos y a la práctica transformadora derivada de ellos.
En sus Juicios sobre Filosofía1, que probablemente corresponden al período 1877-1878 cuando enseñaba filosofía en Guatemala, el Apóstol expresa:
“Al estudio del mundo tangible se ha llamado física; y al estudio del mundo intangible, metafísica”.
La exageración de aquella escuela se llama materialismo; y corre con el nombre de espiritualismo (…) la exageración de la segunda.
Todas las escuelas filosóficas pueden concretarse en estas dos. Aristóteles dio el medio científico que ha elevado tanto a la escuela física. Platón y el divino Jesús, tuvieron el purísimo espíritu y fe en otra vida que hacen tan poética, durable, la escuela metafísica.
Las dos unidas son la verdad: cada una aislada es sólo una parte de la verdad, que cae cuando no se ayuda de la otra. –No es necesario fingir a Dios desde que se le puede probar. -Por medio de la ciencia se llega a Dios. –No Dios como hombre productor; sino Dios como inmenso mar de espíritus, adonde han de ir a confundirse, ya resueltas, todas las soberbias inconformidades de los hombres. –Lo cual tal vez pueda afirmarlo la Poesía intuitiva, pero no debe apresurarse a afirmarlo la Filosofía, experimental”

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