A finales de abril, el pasado martes 28, Fina Garcìa Marruz cumplió 97años de edad. Para el .Centro de Estudios Martianos es una alegría que una de sus fundadoras haya alcanzado ese aniversario y que pueda ostentar, en el conjunto de su ancha obra como poeta y ensayista, un abultado número de escritos dedicados a Martí.
Quien quiera acercarse a la obra del Maestro, tanto a sus valores literarios como a la hondura de sus ideas, no puede dejar de laborar con los textos de Fina. Juicios sagaces, originalidad analítica, poderoso razonamiento y sencilla y atractiva palabra caracterizan sus ensayos y estudios acerca de diversas temáticas de las letras y la cultura cubana. Los que se refieren a Martí desbordan amor, como todos, pero en aquellos hay una profunda afinidad con el mayor de los cubanos porque Fina no solo fue una académica distinguida dentro del campo de los estudios martianos, sino que hizo de Martí el guía de su vida, de sus sentimientos, de sus valores.
Fue, pues, martiana de estudios y también de corazón, sin dudas la mejor manera de comprenderlo y de asimilarlo como noma de conducta en la vida.
Quizás en sus poemas es donde Fina demuestra cabalmente su intimidad con Martí, su deseo de ser dìscípula suya, y su noble capacidad de entregarse a ello con pasión.
Por eso, comparto con los lectores este poema en que la autora recuerda la foto de Jamaica del Maetsro, la única de cuerpo entero, en medio de las plantas antillanas.
EL RETRATO
(Martí, Kingston, Jamaica)
Esencial, increíble,
descorre el mediodía
con mano férrea y dulce,
el miniado manglar
y sus insectos suaves,
decorados. Acerca
lo entrañable y lo fiel
como un sincero huérfano,
Penetro despaciosa
Al vals vertiginoso
De las palmas inmóviles
Al sol, de los yerbajos.
Su traje me conmueve
como una oscura música
.que no ocmprendo bien.
Toco palabra pobre.