Con la actuación de la Compañía Folklórica Camagua, cerró sus puertas la XXV edición de la Feria del Libro Cuba 2016, que se inició el 6 de abril, en el Casino Campestre de la ciudad de Camagüey, ocasión en la que se comercializaron unos 500 textos .
En el contexto de la Feria se desarrolló durante tres días el XVIII Simposio “De Guáimaro a Playita”, que auspicia anualmente la filial camagüeyana de la Sociedad Cultural José Martí (SCJM).
Los participantes en el evento inauguraron la Casa de la Memoria, sede compartida por las filiales lugareñas de la Unión de Historiadores de Cuba (UNHIC) y de la SCJM, sitio donde se presentó el libro “Hart, pasión por Cuba”, de Eloísa Carreras Varona.
En el contexto de las actividades de la Feria, el destacado intelectual cubano Armando Hart Dávalos, presidente nacional de la SCJM y de la Oficina del Programa Martiano, recibió la Réplica del Sable del Mayor General Ignacio Agramonte, máxima distinción que otorga la Asamblea del Poder Popular en Camagüey a personalidades cubanas y extranjeras.
En esta ocasión se comercializaron alrededor de 500 obras, de ellas más de cien dedicadas a la literatura infantil y juvenil, entre las que se destacan la titulada: “Mentiras Piadosas”, una compilación de cuentos infantiles escritos por niños, de Odalys Marín y Mayelín Portales, preparada por la editorial Ácana.
Como parte de las presentaciones especiales destacó el texto: “De dos pingüé y otros delitos comunes” del villaclareño Lorenzo Lunar, uno de los invitados a la Feria y “Delirio Habanero” de Alberto Garrandés, prestigioso narrador y ensayista cubano.
“Sabores del patio”, de la investigadora lugareña Olga García Yero, devino otro de los atractivos por su referencia a la cultura culinaria camagüeyana, así como “Sabor y saber” de Frank Rodríguez Pino, chef internacional del Hotel Gran Club Santa Lucía.
Tertulias, conversatorios, descargas de trovadores en varios espacios, además de lecturas de poesía y narrativa, figuraron entre los principales atractivos del evento cultural, dedicado este año a Uruguay, por los aportes de esa nación suramericana a la literatura latinoamericana.
En la jornada de clausura tuvo lugar el tradicional concurso de disfraces, alegórico a personajes clásicos de cuentos infantiles, además de juegos de participación y narraciones orales a cargo del proyecto sociocultural agramontino “Catalejo de cuentos”.
La Feria del Libro en Camagüey llegó hasta 27 centros laborales y estudiantiles, entre ellos la Universidad de Camagüey “Ignacio Agramonte Loynaz”, las librerías “Ateneo” y “Antonio Suárez” y varias comunidades, donde se realizó la promoción y venta de libros.