El libro es una compilación dirigida fundamentalmente a jóvenes y niños en la que se abarcan aspectos y valores diversos sobre el pensamiento del Apóstol, que ratifican la vigencia y carácter abarcador de José Martí.
«¿Quién fue aquel cubano capaz de escribir y detallar, con las mejores armas del idioma, tanto los sucesos de Chicago como los más importantes descubrimientos científicos del mundo de entonces. Quién fue aquel hombre de los Versos Sencillos fulgurantes y diáfanos, capaz, a su vez, de escribir páginas inolvidables sobre los principales personajes de la historia, la literatura y la ciencia de su tiempo…?» —se pregunta Armando Hart en el acápite que titula José Martí. Apóstol de Cuba y de América en la obra Adagios Martianos, que fue presentada en la Sociedad Cultural José Martí el viernes 11 de noviembre.
Adagios Martianos es una compilación, inteligentemente ordenada por Eloísa Carreras y Gabriel Navarrete: ella cubana, él un español martiano de corazón y estudioso del pensamiento y la historia de Cuba por conducto de José Martí.
El libro, dirigido fundamentalmente a jóvenes y niños, cuenta con un epílogo de la destacada intelectual y bibliotecaria Araceli García Carranza.
La doctora García Carranza destacó que aunque se han publicado valiosas compilaciones, esta abarca aspectos y valores diversos sobre el pensamiento del Apóstol, que ratifican la vigencia y carácter abarcador de José Martí, todos portadores de una ética ejemplar, sentencias morales que, en especial, los jóvenes deben conocer.
En las 440 páginas de los Adagios Martianos, encontrará el lector todos los caminos posibles para entender mejor a Cuba y a América toda, lo cual se expuso desde el principio de la presentación, cuando René González, Héroe de la República de Cuba y vicepresidente de la Sociedad Cultural José Martí, hizo la presentación del libro, haciendo énfasis en la importancia de la paz para el desarrollo de los mejores ideales. En sus palabras quedó claro que la lucha por la independencia de Cuba conllevaba una necesidad de paz.
El libro es un regalo solidario de Cuba, impreso en Andalucía. Su impulsor Gabriel Navarrete, se asume como un individuo de los que Martí define entre sus adagios: «Los españoles buenos son cubanos», y según el mismo relató, puso en manos de su hijo Abel, adolescente, las Obras Completas de José Martí, para que en ella escogiera Adagios de nuestro Apóstol, con el propósito de que otro adolescente de cualquier parte del mundo lo asumiera como postulados éticos.
Navarrete obtuvo hace unos años la distinción que otorga la Sociedad Cultural José Martí: La Utilidad de la Virtud, frase del propio Apóstol.