En el ideario del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, emerge como originalidad, el saber asumir las tradiciones patrias como instrumento educativo para la acción política y lo expresó manifiestamente en su oratoria. De esta forma proyecta sus ideas revolucionarias, cuya trascendencia se demuestra, en una visión nacional que contribuye a enriquecer su ejecutoria como estadista.
Los principales conceptos sobre la historia como ciencia que más utiliza en sus intervenciones públicas son: Fuentes del Conocimiento, la Función Educativa, Experiencia como Criterio de la Verdad y el Papel Demostrativo de la Historia. En cuanto al primer concepto ha afirmado: “A mí siempre me gustó leer la historia, […] las historias de las guerras, de las guerras en Cuba y de las guerras fuera de Cuba, de las guerras internacionales y de todos los personajes famosos de la historia.”
A través de su trayectoria, como guía de la Revolución Cubana, el pensamiento evoluciona y crea un sistema de concepciones que poseen una unidad dialéctica y práctica, como base ideológica del proceso revolucionario cubano, al aplicar las lecciones de la historia al quehacer contemporáneo.
Desde las primeras acciones de su tarea transformadora, tuvo la perspectiva de que “tenemos que conocer más de historia de Cuba […] No puede haber una buena educación política si no hay una buena educación histórica, no puede haber una buena formación revolucionaria si no hay una buena formación histórica”.