[Nueva York, 15 de octubre de 1886]
Mi hermano muy querido:
Con el oficial del correo le escribí hace dos días. Ahora le mando, en vez de las dos cartas primeras del mes, un estudio que en extensión las excede, y que es casi imprescindible para entender bien todos los sucesos que aquí se preparan, y las mismas dos cartas de noticias que ya escribo, la 1ª de las cuales le irá mañana. V. no sabe la pena que a mí me cuesta reunir y ordenar, para ser bien entendido y escribir con fruto de los que me lean, los elementos originales y complicados de los problemas de esta tierra. Con que V. me lo estime, basta.
Déjeme decirle que no he recibido el paquete de diarios correspondiente a la semana en que debió publicarse la carta sobre el terremoto de Charleston, que mamá me pide y quisiera tener: ¿no podría hacer que me mandasen de ella, tan pronto como pudieran, tres o cuatro ejemplaresv Leo con pena en El Partido y en los diarios de aquí que está enferma de algún cuidado la hija del Sr. Romero Rubio.—La conocí muy niña aún en los tiempos de mis amores, y me llamó la atención por su dulzura, ya en sus días tranquilos, ya acompañando a su madre en horas de tristeza. Si su padre hace memoria de mí, dígale mi deseo de que la linda señora halle pronto mejoría.
Con mi próxima carta vuelvo a escribirle, y con esta le pido los libros de Prieto &a, impresos en las prensas del Gobierno—Peza-Gómez del Palacio.—¿Peza no querrá mandarme El Lunes?
Su hijo Manuel ¿no sabe inglés?
Adiós, con muchos cariños de su hermano
J. MARTÍ