“Ustedes recordarán el momento en que el profesor italiano Luca Bondi entregó a la Oficina del Programa Martiano (OPM) un frasco de vidrio con una muestra de la primera producción de aceite vegetal de los olivos del Jardín Martiano que cuidan los jóvenes del Centro Internacional de Estudios ‘José Martí’ por la Paz y la fraternidad entre los pueblos”, expresó Héctor Hernández Pardo, subdirector de la OPM, al presentar ante el público a Luca Bondi hoy, 21 de julio, en el Centro de Estudios Martianos.
Cierto. Fue inolvidable aquel gesto simbólico de Bondi, presidente de la Asociación Semillas de Paz durante la inauguración de la VI Conferencia Internacional “Por el equilibrio del mundo” (enero de este año). Recordarlo fue la mejor manera de invitarlo a que expusiera un resumen del intenso trabajo comunitario de esa prestigiosa organización con los jóvenes en la Ciudadela (Tarquinia), sede principal de la Asociación Semillas de Paz que, en proyección y acciones, como dijera José Martí, representa “la idea del bien”.
Auxiliado de testimonios gráficos de diferentes encuentros en la Ciudadela, donde pudo verse el ecosistema martiano creado en el entorno: bosque, huertos y jardín, Bondi fue explicando el devenir y amplitud de miras de la organización –con 45 años de creada– que sigue creciendo de la mano de un gran equipo de profesionales cuyas acciones responsables están todas dirigidas a “impulsar caminos de paz y armonía en la humanidad”: siembra de árboles, intercambios de experiencias y conocimientos, impartición de clases, así como la promoción de concursos de arte y literatura cuya finalidad consciente es dar a conocer vida, pensamiento y principios éticos de José Martí y del filósofo Antonio Gramsci, no solo en Italia sino en el mundo.
Dos profesores italianos del Centro Internacional de Estudios “José Martí” por la Paz y la fraternidad entre los pueblos, presentes en el acto, pidieron la palabra para aportar testimonios acerca de todo lo explicado por Bondi acerca de esta asociación humanitaria.
Para cerrar el acto, la estudiante de la Escuela Elemental de Música “Manuel Saumell”, Keyla Morera Ávila, tocó a violín un popurrí de piezas, interpretación muy elogiada por Luca Bondi, quien la felicitó por la calidad y, además, comentó al público el privilegio que siempre constituye poder optar por el sonido de la música contra el ruido de la guerra.
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