En lo que va de este fatídico 2020, los interesados en la obra de Martí lamentamos las pérdidas de dos historiadores que aportaron nuevos conocimientos significativos para apreciar la riqueza el alcance de la práctica revolucionaria del Maestro.
El 25 de febrero de este año falleció en La Habana la profesora e investigadora Diana Abad Muñoz a los 77 años de edad. Parte significativa dentro de su obra acerca de temas de la historia de Cuba, son sus aportes al campo de los estudios martianos.
Acuciosa investigadora de fuentes documentales, fue autora, entre otros libros en torno a las guerras independentistas cubanas, de El movimiento revolucionario cubano. 1880-1895, y Cuba: la Revolución de 1895, ambos publicados por la Editorial Ciencias Sociales. Sin embargo, el grueso de sus escritos aparecieron en varias revistas académicas, tales como Universidad de La Habana, Patria (órgano de la Cátedra Martiana de la Universidad de La Habana), Santiago (de la Universidad de Oriente) y la Revista Cubana de Ciencias Sociales. Un grupo de esos artículos fue reunido en De la Guerra Grande al Partido Revolucionario Cubano, libro de la Editorial de Ciencias Sociales.
Desde los años setenta del siglo pasado Diana Abad dedicó ingentes esfuerzos a hurgar en asuntos diversos de las actividades martianas en la emigración para lo cual revisó periódicos de época y la documentación de muchos de los clubes patrióticos antes y después de fundado el Partido Revolucionario Cubano. Destacan en esa labor sus publicaciones de las actas del Club Luz de Yara y de la Convención Cubana, organizaciones pública y secreta respectivamente de un notable grupo de patriotas de Cayo Hueso que nunca cejó en tratar de impulsar la lucha armada en la Isla.
De igual modo, su afán de búsqueda nos entregó el discurso de Martí el 10 de octubre de 1884, información acerca de la primera estancia del Maestro en Panamá, numerosos datos de la vida de varios de los clubes patrióticos de emigrados y del PRC. Gracias a ella conocemos, por ejemplo, cómo fue el proceso de elección de Máximo Gómez como General en Jefe del Ejército Libertador o elementos básicos para comprender el complicado y difícil proceso de establecer y mantener el contacto con los conspiradores dentro de Cuba.
Pasan de los cuarenta los artículos científicos de esta investigadora, más los muchos de carácter divulgativo, que la hacen una autora de extensa bibliografía martiana. Es de destacar, además, su valiosa compilación de un grupo de autores que publicó la Universidad de Morelia, en México, bajo el título de Homenaje a José Martí en el centenario de su muerte en combate.
No le bastó con sus propias pesquisas sino que, además, dirigió trabajos de diploma de sus alumnos de Historia con temas relacionados con los clubes del PRC, presidió durante buen tiempo la Cátedra Martiana de la Universidad de La Habana e impartió el curso especial sobre José Martí a los estudiantes de la Licenciatura en Historia, para quienes publicó unas valiosas Orientaciones para esa asignatura, que bien podrían servir para semejantes clases en otros centros de educación superior.
Diana Abad era Doctora en Ciencias Históricas y Licenciada en Sociología en la Universidad de La Habana, en la que alcanzó la categoría de profesora titular, y colaboradora sistemática del Centro de Estudios Martianos en cuyas reuniones científicas solía ser ponente y a cuyo Anuario entregó varios de sus textos.
César García del Pino, por mucho tiempo el más viejo de los historiadores cubanos, falleció en La Habana el 4 de marzo de 2020, a los 99 años de edad. Su versátil labor de investigador anduvo por los caminos de la arqueología y se distinguió en la localización de embarcaciones hundidas en zonas marinas adyacentes a la Isla.
Revisó acuciosamente fondos de archivos y otras instituciones de España y Cuba, y entregó numerosos textos para revistas científicas internacionales, además de publicar numerosos libros en editoriales nacionales y extranjeras. En medio de todo ello entregó cinco textos de temática martiana, publicados inicialmente en la Revista de la Biblioteca Nacional José Martí y posteriormente reunidos en el libro titulado El Laborante y otros temas martianos por las Ediciones Unión en su colección Clío. Además del dedicado al periódico clandestino habanero de ese nombre y a la posible colaboración martiana en sus páginas, García del Pino examina el origen del fundo de Dos Ríos, la gestación de la “guerra necesaria”, el Manifiesto de Montecristi y la presencia del Maestro en Vueltabajo. Sin pretender estudios definitivos, hay que agradecer a García del Pino su sagacidad deductiva en esos trabajos para abrir nuevos asuntos en torno a Martí.
El Centro de Estudios Martianos editó su libro Mil criollos del siglo XIX, Breve diccionario biográfico. Se le otorgó el Premio Nacional de Historia, fue condecorado con la Orden Felix Varela de Primer Grado, y recibió el Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas.