De oriente a occidente, toda Cuba se estremeció este 17 de diciembre, con la llegada a la patria de Martí y de Fidel, de los tres héroes que hasta hace apenas unas horas guardaban injusta prisión en cárceles norteamericanas, después de permanecer por más de tres lustros alejados de su pueblo y sus familiares.
Ya todo el pueblo de Cuba puede decir con orgullo, que nuestros cinco hermanos están entre nosotros, gracias a los fuertes lazos solidarios de muchas personas y organizaciones, que en diversos puntos del orbe, se empeñaron en rescatar y devolver a casa a aquellos jóvenes que, como el Apóstol, ya hoy pueden decir: “Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas”.
Cada uno de los cinco, ha sabido ser fiel a la palabra del Maestro, cuando señaló en la última carta que escribió a su amigo mexicano Manuel Mercado, poco antes de morir en el campo de batalla: “Sólo defenderé lo que tenga yo por garantía o servicio de la revolución”.
En la histórica comparecencia, pronunciada por el General de Ejército Raúl Castro este 17 de diciembre, señaló que “proponemos al Gobierno de los Estados Unidos adoptar medidas mutuas para mejorar el clima bilateral y avanzar hacia la normalización de los vínculos entre nuestros países, basados en los principios del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
Cuba”.
Añadió el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros que “el heroico pueblo cubano ha demostrado, frente a grandes peligros, agresiones, adversidades y sacrificios, que es y será fiel a nuestros ideales de independencia y justicia social”.
Los trabajadores del Centro de Estudios Martianos, seguidores de la obra del Maestro, admiramos la confianza demostrada por el Comandante en Jefe Fidel Castro en la justicia y la solidaridad, cuando al referirse a los cinco héroes – Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René -, en junio del 2001, afirmó categóricamente ¡Volverán! Y así ha sucedido.