[Nueva York, de septiembre de 1887]
Mi hermano querido:
No quiere V. conversar conmigo, aunque ya presumo, por lo que leo del país, que no han de dejarle minuto libre las cosas públicas. Esta no es para hablarle largo, como pensé; sino para acompañar la carta de la semana, y decirle que salgo de prisa a ver la última parada presidencial, para contársela en letra de Catón, como llaman en el campo de Venezuela a la de imprenta.
Van en El Economista unas líneas sobre poetas mexicanos. No me anubla la memoria este cielo oscuro.
Su hermano
J. MARTÍ