Cuaderno II

32 West 15th. St. Viniegra.

Aquella frente, debajo de la cual parece que cabe el mundo que libertó.

Y le veo escalando los escombros de San Jacinto, como si pa. que tan alta criatura fuese dada a luz, hubiese sido necesario que la tierra toda supiese tan extraordinario alumbramiento: que el dolor del alumbramiento es en razón del vigor y crecimiento de la criatura.

A este pueblo que como mártires en el Calvario de la libertad, cayó 2 veces.

Embellece lo difícil compendia lo fácil: repueblan de carne el hecho, el hueso desnudo, roído por lata

1880

Affreuse condition de l’homme! Il n’y a pas un de ses bonheurs quí ne viennent d’une ignorance quelconque! Balzac «Eugenie Grandet».-

Hay muchos a quienes lo grande parece ridículo. No saben lo grande. Ven lo que son capaces de ver: ni lo que la cosa es capaz de dejar ver.

De una lámina de Prometeo dijo Ernesto: Papá: Una gallina está mordiendo a un hombre. Cosa igual, iluminando espíritus distintos da cosas distintas. Conciencia hecha y conciencia sin hacer. Conocimientos adquiridos. Le pareció gallina el buitre. No sabía.

¡Hijo! ¡Como las hojas de los árboles
Al sol que nace con amor se vuelven,
Las fuerzas todas de mi vida piden
Amparo a ti!

Los dolores romo ángeles benévolos descorren los velos de mi vida.

En N. Y. No entienden la belleza. Entre ricas cortinas blancas-había un bronce, un magnífico caballo y al cuello ¡una cinta de seda azul!
En otra ventana, una soberbia ánfora, de color de obsidiana, descansaba sobre una mesilla forrada de claro rojo, claveteada con tachuelas doradas. No dan atmósfera a los objetos bellos: los aparan entre otros objetos.

Y juegan con el alma herida y pálida como mi hijo, puro y rosado, juega con las primeras hojas amarillas del otoño. La eterna serie y mezcla vida y muerte.

¿Por qué me dijo Todboys no podemos hacer aquí una cosa como ésta? y me enseñaba una caricatura de Meissonier, a tres colores, publicada por el «Vanity Fair».¬
Porque el arte, le dije, no es un producto aislado de una mente activa; sino el resultado de la común aptitud artística en constante ejercicio. No es una manifestación exclusiva; sino una condición esencial. Ha de estar en todo, para que esté en algo. Por la vista van las impresiones artísticas a la mente, que guía luego la mano: ésta devuelve lo que a ella envían. Las manos producen en analogía con lo que los ojos miran. Un pueblo de pintores será siempre un pueblo de mujeres elegantes, de edificios bellos, de libros bien impresos, de casas bien adornadas. ¬

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