[Nueva York, 13 de octubre de 1886]
Mi hermano muy querido.
Llega su atento mensajero, y me da cinco minutos para escribirle. Ayer, después de muchas vueltas, recibí su carta, que en verdad no debía venir tan de tarde en tarde, porque créame, no es en las manos donde las recibo, sino en el corazón desconsolado.-
Mi dirección fija quiere V. saber. Vaya.
P. O. B. 1283.
Y si es para telegrama, como me dice el enviado pudiera ser,-es esta:
120 Front, room 13.
Hace dos semanas que no recibo El Partido, de modo que no he podido leer cómo parece impreso lo del terremoto. V. rogará, sin que se sepa la queja, que me lo envíen.
A Pablo Macedo le escribí hace unos 5 o 6 días.
Acá recibo puntualmente por una casa de comercio lo de las correspondencias cada día 15, desde el mes pasado.
No tengo tiempo para más. Acabo ahora mismo un estudio de alguna seriedad para el diario. Vea que me importa mucho saber si lo que escribo le parece bien, sobre todo porque cada día me voy encerrando más en mí, y dentro de mí es donde necesito más estímulo y compañía.
No quiero pagar con palabras de carta los cariños de los suyos: ya V. sabe lo que son para su hermano
J. MARTÍ