N. Y., 9 de febrero 1884
Sr. Manuel Mercado.-
Mi hermano muy querido:
Yo no tengo que presentarle ya al Sr. D. Carlos Carranza: le he hablado antes de él, y sé que sólo espera verlo para servirlo.-Él sabe que Vd. es-amén de hombre de pro y respeto en cosas públicas,-el mexicano más discreto y benevolente:-y V. sabe por mí, y ya lo estará viendo por él, que Carranza es un ejemplo singular de cómo pueden conservarse, en medio de las artes del comercio y los malos consejos de la buena fortuna, el ingenio, el frescor de corazón y la hidalguía.-
Quiero que, si él lo necesita, lo lleve V. de la mano muy cariñosamente, lo ponga en camino de saber lo que desee, y le haga conocer a cuantas personas crea Vd. que puedan serle agradables o útiles.-Carranza va a México más de paseo que de negocio; pero si algún negocio le ocurriese, le afirmo-por lo que sé de los suyos en que trabajo-que no hay hombre de comercio más escrupuloso y fidedigno, a punto que a veces raya en increíble.
Vea a Carranza como si me viese; tómelo del brazo; llévelo a saludar en mi nombre a Lola; y permita que confíe en Vd. como en su mejor amigo en México.-
Eso, Vd. tendrá placer en hacerlo;-el caballero que le envío, en estimárselo;-y yo, en agradecérselo.-
Me debe cartas
José Martí