Martí es un poco nuestro

Reproducimos las entrevistas realizadas a José Antonio Mayoral Murillo, rector de la Universidad de Zaragoza y Francisco Beltrán Lloris, vicerrector de Internacionalización y Cooperación, quienes conversaron con la periodista Madeleine Sautié del diario Granma sobre el Héroe Nacional cubano, formado intelectualmente en la Casa de altos estudios que dirigen.
Como señal de agradecimiento y afecto, José Martí guardó para siempre en su corazón, aquel sitio «franco, fiero, fiel, sin saña» que lo cobijó cuando, estando en Madrid, en pleno destierro, decidió  trasladarse junto con su amigo Fermín Valdés Domínguez  hacia la ciudad de Aragón, «donde rompió su corola/la poca flor de su vida».
La Universidad de Zaragoza  le abrió las puertas en mayo de 1873. En ella se licenciaría el Héroe Nacional cubano en Derecho Civil y Canónico, el 30 de junio de 1874, y  en octubre de ese mismo año, con calificación de sobresaliente, en Filosofía y Letras.
La Universidad de Zaragoza, el mayor centro de educación superior del Valle del Ebro, celebra en el 2017 su aniversario 475 de fundada. Entre las múltiples acciones que han emprendido para el agasajo, cuenta el otorgamiento de la Medalla de Oro, la más alta distinción que entrega la Casa de altos estudios, a José Martí, el que han denominado egresado ilustre y para cuyo recibimiento el pasado abril viajó hasta la sede aragonesa la doctora Francisca López Civeira, directora  de la Cátedra Martiana de la Universidad de La Habana.
Invitados por la Oficina del Programa Martiano, llegaron a Cuba por estos días José Antonio Mayoral Murillo, rector de la Universidad de Zaragoza y Francisco Beltrán Lloris, vicerrector de Internacionalización y Cooperación, para cumplir un programa de visita que incluye el Centro de Estudios Martianos (CEM), la Fragua Martiana y la Universidad de La Habana, entre otras instituciones. Tras la estancia siguen rumbo hacia Monterrey, México, para participar en la XII Reunión del Consejo Mundial del Proyecto José Martí, de Solidaridad Internacional  de la Unesco, donde solicitarán para Zaragoza la sede de la próxima reunión de ese órgano del Proyecto.
Ambos catedráticos ofrecieron razones en torno al más grande de los cubanos,  y a la universidad –entonces Universidad Literaria de Zaragoza– donde el joven estudiante no solo se formaría intelectualmente, sino en la que también afianzaría su postura política y publicaría  poesía y ensayos.
–¿Qué significa para la Universidad de Zaragoza  haber podido graduar de dos carreras y en tan breve tiempo a una figura de talla universal como José Martí?
–JAM.–La Universidad de Zaragoza piensa que José Martí es una de las figuras de las que tiene que estar orgullosa. Tiene bustos y estatuas de personalidades, como la del Premio Nobel graduado allí, Santiago Ramón y Cajal, y tiene un busto de José Martí, con una placa que reconoce su estancia en la universidad como uno de nuestros hombres insignes.
«Ahora se cumplen 475 años de una universidad con cierta historia y para celebrarlo decidimos entregar la Medalla de Oro de nuestro centro a José Martí. La medalla solo se entrega en fechas muy señaladas. Cuando se plantearon posibles destinatarios vimos que Martí no tenía un reconocimiento de la universidad en la que se había formado. El Consejo de Gobierno, a propuesta del equipo de dirección de la universidad aprobó por unanimidad que fuera al Héroe cubano.
Revisamos si se podía conceder a título póstumo y vimos que se la debíamos, que no le habíamos dado suficiente mérito.
Para entregarla, tiene que haber un acontecimiento crucial que lo justifique».
–En sentidas palabras Martí dejó sus impresiones de lo que sería para él Aragón… ¿Se habla de Martí allí? ¿Algún recuerdo especial lleva a los aragoneses a Martí?
–JAM.–A raíz de que hemos recordado esta figura y la prensa se ha hecho eco de esta ceremonia, hemos vuelto a suscitar el interés; la universidad está reactivando la motivación de las instituciones y la ciudadanía por la figura de José Martí.
Creo que así hemos pagado esta deuda que teníamos. Es importante que se sepa  que estuvo aquí, que se formó aquí, Martí, es un poco nuestro.
–FBLL.–Martí es una figura aplastante por su importancia en Cuba y es una figura universal, pero no siempre conocido a nivel popular. Entonces la Universidad de Zaragoza desempeña un papel importante en la reactivación de su memoria en los últimos decenios. Precisamente desde los 90 en el centro se han desarrollado varias acciones, por un lado, se creó la primera Cátedra José Martí en Europa, y está en nuestra academia. Está orientada básicamente a la colaboración entre la Universidad de Zaragoza y la de La Habana y abierta también a otras instituciones cubanas para colaboración entre las humanidades y las ciencias sociales.
«Se han escrito dos libros a propósito de la Zaragoza de Martí y se le concedió los dos títulos de licenciado que no pudo recoger en su momento, por falta de recursos, y ahora se encuentran depositados junto a la Medalla de Oro, en la Fragua  Martiana. Además, se colocó una placa en la calle Manifestación Nº. 13, en el edificio donde vivió. Creo que se está reactivando su memoria».
–¿Se incluye Martí en algún plan de estudio?
–FBLL.–La universidad estudia fundamentalmente el contexto histórico y sociológico en el que Martí se desarrolla. En ese tiempo activista político, cultural, y también en ese momento escribe mucho y con una madurez muy superior a la de la edad que tenía.  Hemos traído ahora un libro, La España de José Martí, de Manuel García Cuatas,  y pensamos reeditarlo porque está agotado, para ayudar a difundir a Martí.
–¿Se habla en Zaragoza de Cuba?
–JAM.–En España de Cuba, en particular en Zaragoza, se ha hablado siempre. El sentimiento de los españoles hacia la Isla es de una extraordinaria proximidad, es algo que está por encima de otros países latinoamericanos. Posiblemente Cuba es de los países donde los españoles nos sentimos mejor apreciados. En mi casa había libros de poesía de José Martí, yo los leía. La sensación hacia Cuba en toda España es siempre de un tremendo afecto.
–FBLL.–España y Cuba han estado siempre muy unidas y siguen manteniendo esos vínculos. Por otra parte, Cuba es un referente mundial de la izquierda por la figura del Che, por Fidel Castro, por esa visión un poco romántica del David contra Goliat. Cuba es un referente de solidaridad mundial. Su Campaña de Alfabetización, la participación de sus médicos  en tantos países son acciones que le dan mucho prestigio.

–¿Qué se experimenta cuando se sabe que se dirige un centro que consolidó a José Martí? ¿O cuando se está en Cuba, en las instituciones que enaltecen su pensamiento?
–JAM.–Yo tengo dos sentimientos: uno como rector, otro  personal.  El primero, una enorme oportunidad de conocer mejor a la Universidad de La Habana, conocer el Ministerio y de poder presentar nuestra universidad que va más allá de las humanidades y las ciencias sociales. El otro es una gran emoción. Quedará para siempre en la memoria aquel rincón de la Fragua, tan hermoso, rodeado de personas que defienden el pensamiento martiano.
–FBLL.–Como universidad, haber tenido la oportunidad de formar a un personaje que tuvo y sigue teniendo un peso tan importante en Cuba, haber contribuido a que el carácter, la formación de Martí lo llevara a desempeñar la obra que realizó, es una fuente de orgullo subrayada por los múltiples guiños que a la figura de Martí se le ha hecho en la Universidad de Zaragoza en los últimos años.
«Venir aquí, pasearse por el CEM, te hace cobrar una idea precisa, la del enorme peso de la figura de Martí que muchas personas ignoran, una figura simbólica como Fidel Castro, y ese peso uno lo llega a aquilatar cuando se planta, por ejemplo en la Fragua Martiana y escucha a unos muchachos hablar de lo que significa para ellos esa figura tanto tiempo después, con esa capacidad de repristinar su pensamiento, para que siga teniendo utilidad».

Fuente: http://www.granma.cu/