Con un sencillo pero emotivo acto se rindió tributo hoy a Armando Hart Dávalos, por cumplirse mañana 13 de junio 90 años de su nacimiento. El mismo tuvo lugar en el salón Bolívar, del Centro de Estudios Martianos, y lo presidieron Víctor Gaute, Jefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Alpidio Alonso Grau, Ministro de Cultura y Eduardo Torres Cuevas, director de la Oficina del Programa Martiano. También estuvieron presentes María Elena Salgado, Viceministra de Cultura, Abel Prieto Jiménez, presidente de la Casa de las Américas, Eloísa Carreras Varona, compañera de Hart y directora del proyecto Crónicas, Luis Morlote Rivas, Presidente de la UNEAC, Marlene Vázquez Pérez, directora del Centro de Estudios Martianos, Niurka Duménigo García, vicepresidenta de la Sociedad Cultural José Martí, Yusuam Palacios Ortega, Presidente del Movimiento Juvenil Martiano, así como representantes instituciones culturales, de instancias del Ministerio de Educación y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura.
En la sencilla ceremonia, a la que asistieron solo dieciséis personas, y llevada a cabo bajo la más estricta observancia de las medidas sanitarias vigentes, hizo uso de la palabra Abel Prieto Jiménez, discípulo aventajado de Armando Hart y continuador de su obra al frente del Ministerio de Cultura durante muchos años. Con su verbo fluido, el orador se refirió a los méritos indudables del homenajeado, a su exitoso desempeño al frente del Ministerio de Educación, cuando solo era un joven de 28 años, desde el que lideró la batalla cultural más importante de la historia patria, la Campaña de Alfabetización. Entre anécdotas, recuerdos, humor cubano y emocionada gratitud, Abel Prieto hizo una síntesis de los muchos aportes de Hart al frente del Ministerio de Cultura, y sobre todo, de su obra llena de patriotismo, espíritu revolucionario y fervor martiano. A modo de conclusión, llamó a estudiar su obra teórica, de gran utilidad en el presente, y a fortalecer ese diálogo entre generaciones, llevado a cabo por Hart, porque el mismo es la garantía de continuidad del proceso revolucionario cubano