José Martí y el equilibrio del mundo
Por: Lic. Fernando Rodríguez Sosa

Fernando_Rodriguez_SosaResulta admirable comprobar la vigencia del ideario del más relevante revolucionario e intelectual del siglo XIX cubano. Ello es evidente con solo leer, desde la contemporaneidad, los ensayos, los artículos, los discursos, las cartas, legados por José Martí en su breve y fértil existencia, que se han convertido en fuente permanente de aleccionadoras enseñanzas.

Tal certeza queda demostrada a través de las páginas de un libro que presenta una acertada e interesante selección de textos de y sobre el Apóstol. Se trata del volumen titulado José Martí y el equilibrio del mundo (Centro de Estudios Martianos / Instituto Autónomo Biblioteca Nacional, Casa de Nuestra América José Martí, Caracas, 280 pp).

En dos secciones, se entrega al lector un vasto universo, que le permite no solo acercarse a una muestra de esos textos del Maestro, en que aparecen los postulados de su lúcido y revolucionario pensamiento, sino también a esas valoraciones que, desde su tiempo y desde el futuro, reconocen el alcance y trascendencia de su huella.

“Martí amó, padeció, vivió, en fin, en carne y espíritu. ¿A qué desfigurarle rostro y alma? Antes que engrandecerle se le achica y rebaja con ello, porque pierde su dimensión más preciosa, lo que lo hizo hombre ante todo”, comentaba, en mayo de 1964, el Poeta Nacional Nicolás Guillén, desde las páginas de La Gaceta de Cuba, en su artículo sugestivamente titulado “Martí, propiedad humana”.

Versión completa: click aquí