La evolución moderna de la sociedad se encuentra presente en este relato donde el hombre, enfrentado a la naturaleza, asume la posibilidad de la muerte.
La singularidad con que Martí nos narra la aventura de los exploradores y cazadores de África, los descubrimientos de la época, la descripción anatómica de la trompa del elefante; nos deja sentir un realismo en el que la imaginación se recrea en la maravilla de los sucesos del mundo.
Las alusiones y referencias, basadas en datos y hechos de la realidad, también ofrecen, de manera fascinante, una imagen cultural del mundo en su época.
En cada línea de “Cuentos de elefantes”, brota una claridad permanente, de ahí que, desde el inicio, el escritor haga expreso su deseo de mostrar enseñando y construya imágenes bajo el estímulo de ciertas referencias textuales, y no aparentemente relacionadas entre sí, pero a cuyo enlace pone Martí en servicio su capacidad imaginativa.
En ninguno de los textos de los cuentos “modernos” anteriores aparece tan explícito el afán aleccionador, pues este se desprende, con mayor recato e intrínsecamente de la misma acción del cuento.
Sucede que en este relato la complejidad aumenta, pues si en los otros cuentos, Martí transgrede el orden interior burgués, en este cuento-relato va hacia el exterior, a la lucha entre los hombres y a la urgencia de estos, por domar a la naturaleza.
Si en los cuentos anteriores el escritor iba a la experiencia cotidiana del hogar para allí encontrar objetos, indicios y así, penetrar, mediante imágenes sutiles, los códigos de la burguesía moderna, en este relato la transgresión es directa y más osada.
Las imágenes en este cuento vinculan más directamente con la realidad, pues se trata de reflejar la lucha por la supervivencia social, para responder, de esta manera, a su concepción de que la literatura debía ser científica, no porque utilizara su vocabulario o sus temas, sino porque viese la hermosura en el orden del mundo y en sus leyes fijas e invisibles, sin despojarlo de su parte cruel y depredadora, subyacente en las aspiraciones materiales de los hombres, que obran con un impulso irrefrenable, a veces fatal y necesario, para conquistar y obtener.