Amar a Cuba por sobre todas las cosas
Por: Olivia Busto Legrá

Este miércoles 18 de septiembre del 2025, en la Sede Nacional de la Sociedad Cultural José Martí, sita en el Vedado capitalino, tuvo lugar un evento cultural a modo de homenaje, bajo el título Eduardo Moisés Torres-Cuevas: un hombre que hizo, pensó y sintió por Cuba; a través de este, se retomaba el habitual espacio de reflexión y debate Cultura y Nación: el misterio de Cuba.
Al inicio, el público presente en la sala –compuesto por trabajadores de distintas instituciones martianas, estudiantes, colaboradores y miembros del taller del Adulto Mayor Alegría de Vivir– se deleitó con la canción «My way», del gran Frank Sinatra. Luego, tres estudiosos de extensa trayectoria investigativa ofrecieron sus conocimientos, anécdotas y visiones particulares acerca de la vida y obra del historiador; procuraron recordarlo sobre todo con alegría, por todo el legado que deja, y no con tristeza por su reciente partida.
En primer lugar, el Doctor Pedro Pablo Rodríguez, investigador del Centro de Estudios Martianos, relató en tono humorístico y afectuoso que, cuando lo conoció, Eduardo le pareció «un bicho raro», no solo por su gran estatura, sino también por su carácter e ingenio.
El MSc. Javiher Gutiérrez Forte, coordinador de la Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz, comentó que Sartre fue el filósofo que ejerció mayor influencia en Torres-Cuevas, también resaltó la importancia de sus estudios sobre la masonería en Cuba y, emocionado, destacó el maravilloso trabajo llevado a cabo para la realización del libro Memorias de la nación cubana, publicado en 2024, con decenas de imágenes, mapas, esquemas y textos valiosos para el estudio de las diferentes etapas de nuestra historia.
Por su parte, el Dr. Elier Ramírez Cañedo, ensayista, escritor, investigador y subdirector del Centro Fidel Castro, expresó que Eduardo, «gran polemista» al que «ningún texto de historia le era ajeno», siempre fue todo un referente para él; además, recordó la necesidad de sistematizar su obra, dispersa en distintos medios y formatos.
La clausura de la actividad estuvo en manos de la célebre orquesta Aragón, muy querida por el propio Eduardo, traída a la sala a través de un video musical. Así, la mañana lluviosa albergó a un grupo heterogéneo de personas, reunidas con el objetivo de rendir tributo a quien fuera, entre otros, Miembro de Número de la Academia Cubana de la Lengua, Profesor Titular y Doctor, Miembro de la Comisión Nacional de Grados Científicos de la República de Cuba y uno de los historiadores más fecundos que ha conocido la patria.

«Amo a Cuba, por sobre todas las cosas, le entregué lo mejor de mí, solo lamento abandonarla en tan difíciles circunstancias».
Eduardo Moisés Torres-Cuevas