Salvemos nuestra especie

Por: Armando Hart Dávalos

Examinemos la gran tragedia que significa la sistemática y continuada destrucción del medio ambiente y la naturaleza en general que ha sido fuente de vida y que está mortalmente amenazada por las acciones insensatas y criminales de los hombres.

Describamos el drama a partir de algunos indicadores de la grave enfermedad que afecta a la humanidad:

-El 80% de los bosques que cubrían la Tierra han sido degradados.
-El 65 % de los suelos agrícolas están erosionados y el 40% de todas las tierras del planeta están sometidas al proceso de desertificación.
-De los recursos pesqueros mundiales, un 60% está actualmente en el límite de captura permisible.
-Una cuarta parte de la humanidad sobrevive con ingresos personales inferiores a un dólar diario.
-El 20% de la población mundial no tiene acceso al agua para beber; un 50% carece de cobertura de saneamiento.
-Con respecto a la salud, se calcula que un 25% de las enfermedades prevenibles tienen su origen en afectaciones ambientales.
-De los 400 millones de toneladas anuales de desechos peligrosos que se producen, el 75% se genera en los países desarrollados.
-Si hace 25 años 500 millones de personas pasaban hambre, hoy la cifra de hambrientos se eleva a más de 800 millones.
-La deuda externa de los países subdesarrollados era en 1964 de alrededor de 50 mil millones de dólares. La cifra actual es de 2,6 millones de millones de dólares.
-En concepto de servicio de esa deuda, entre 1982 y el 2003 los países pobres pagaron 5,4 millones de millones de dólares, es decir, han pagado en 21 años más de 2 veces el monto de la deuda actual.
-Cada año mueren de hambre unos 14 millones de bebés y niños menores de 4 años.
-La mortalidad infantil en menores de un año, en los países pobres, es 12 veces superior a la de los países ricos.
-33 mil niños mueren cada día en el Tercer Mundo víctimas de enfermedades curables.
-Los países desarrollados representan un 20 % de la población mundial, que utiliza en su provecho el 80% de los recursos del planeta.
-Ese 20% más rico de la población mundial consume el 70% de toda la energía generada en la Tierra.
-En particular, los EE.UU., que albergan el 4,5% de la población mundial, controlan entre el 25 y el 30 % de las riquezas y generan entre el 25 y el 30 % de la polución a nivel mundial.

Frente a esta inmensa tragedia, el Presidente Fidel Castro, en la Cumbre de Río de Janeiro de 1992, señaló: “Hay una especie en peligro de extinción: el hombre”.

En la Cumbre del Milenio, efectuada en Naciones Unidas en el 2000, volvió a insistir en la gravedad de la situación al señalar: “La naturaleza es destrozada, el clima cambia a ojos vista, las aguas para el consumo humano se contaminan y escasean; los mares ven agotarse las fuentes de alimentos para el hombre; recursos vitales no renovables se derrochan en lujos y vanidades”.

Más recientemente, a propósito del aniversario 45 del triunfo de la Revolución cubana, en enero del presente año, afirmó: “O cambia el curso de los acontecimientos o no podría sobrevivir nuestra especie”. Esto nos hace recordar un pensamiento de José Martí que dice: “La naturaleza hace bien en echar sobre los hombres las catástrofes, porque levantan en ellos virtudes que se les igualan y los doman”.

Nuestro Presidente, consecuente con la vida y obra de su maestro José Martí, hizo las anteriores formulaciones proponiendo programas de acción, que se fundamentan en la enorme sabiduría acumulada por nuestro país en dos siglos de historia, con la figura de Martí como su representante más sobresaliente. Ha dicho Fidel Castro: “El gran caudal hacia el futuro de la mente humana consiste en el enorme potencial de inteligencia genéticamente recibido que no somos capaces de utilizar. Ahí está lo que disponemos, ahí está el porvenir”.

Es decir, que en el desarrollo de las potencialidades de la mente humana, encontraremos las posibles soluciones a los colosales problemas que enfrenta la humanidad.