El legado del prócer independentista cubano José Martí centró el Vigésimo-tercer Encuentro Nacional de Solidaridad con Cuba en Colombia, celebrado el nueve de septiembre en el país sudamericano, cuya vigencia y nexos con la realidad actual puso de manifiesto el especialista Carlos Rodríguez.
Profundo conocedor de la obra martiana, Rodríguez hizo un recuento de la trayectoria de uno de esos hombres que fue luz del mundo -como lo definiera el patriota y pensador dominicano Juan Bosch-, cuya vida en sí misma devino un hecho moral de auténtica eticidad, así como su poesía y ensayística capaces de conceptualizar en una metáfora una época, subrayó.
El investigador puso un énfasis en especial en la huella formadora que ejercieron sobre Martí su maestro, Rafael María de Mendive y otras figuras, como el padre Félix Varela y José de la Luz y Caballerode quienes admiró su pensamiento.
Ellos le aportaron, dijo, la savia nutricia en la que se forjaron los cimientos de su personalidad, su visión anticipadora y su compromiso sin tregua con la independencia de Cuba.
La imagen de un Martí luchador independentista, cuyos postulados políticos e ideario inspiraron la Revolución conducida por Fidel Castro, triunfante en 1959 y que perpetúa su legado y proyección latinoamericana, fue surgiendo cálida y cercana de la mano de Carlos Rodríguez.
Estudioso entrañable de un Martí de carne y hueso, vivo y actuante, lo hizo renacer también en un encuentro con 85 niños de tres escuelas bogotanas a través de las páginas de la revista infantil “La Edad de Oro” y en particular de Meñique, el pequeño héroe del cuento del francés Laboulaye, del que hizo una versión en español para esa revista.
El especialista insistió en el mensaje subyacente en el cuento, llevado recientemente al cine en una película cubana, que destaca el valor de la inteligencia y la sabiduría por encima de la fuerza y pondera la amistad y el amor.
La representante del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, Teresa Rubio, agradeció al movimiento de solidaridad colombiano su apoyo constante en la defensa de la Revolución y la lucha contra el bloqueo económico mantenido durante más de 50 años por Estados Unidos contra la isla.
También denunció el caso de los cinco antiterroristas cubanos: Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González, condenados injustamente a largos años de prisión (uno de ellos a dos cadenas perpetuas) por monitorear actividades terroristas que planeaban los enemigos de la Revolución desde Miami.
Después de 15 años, René González y Fernando González regresaron Cuba tras cumplir íntegramente sus condenas, pero Ramón, Gerardo y Antonio aún permanecen en cárceles norteamericanas.